A LOS CIELOS
Como normalmente no tenemos esperanza, nos refugiamos en ilusiones que nos entretienen y nos distraen de lo fundamental; porque una vida sin esperanza es muy triste. María por ser la mujer sencilla y haber vivido ya lo que nosotros esperamos, es motivo de nuestra esperanza. Ella confió en Dios y Dios la bendijo. Pincha aquí HD

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