A la Eucaristía venimos, cada uno, con lo que somos y tenemos; con nuestras dudas y problemas; pero no para olvidarnos de ellos, sino para que, a través de la Palabra de Dios, podamos solucionarlos, aunque a veces, esta Palabra sea muy exigente. El camino está abierto, hay que ponerse en marcha.
Pincha aquí HD

No hay comentarios:
Publicar un comentario